Lenguaje Tóxico
- Esther Jiménez
- 23 dic 2019
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 31 dic 2019
¿Eres consciente de cómo le hablas a tu pareja?
Pongamos por ejemplo que tú pareja nunca saca la basura los días que le corresponde, sin embargo cada vez que intentas decirle algo sobre el tema acabáis teniendo una discusión.
Es posible que estés usando fórmulas de comunicación que te alejan de los objetivos que buscas.
Por eso hoy te explico aquellas cosas que NO hay que decir si buscas llegar a un entendimiento con tu pareja (o con cualquier otra persona).

Según Giorgio Nardone (Director del Centro de Terapia Estratégica de Arezzo), escritor del libro "Corrígeme si me equivoco" existen ciertos ingredientes para hacer fracasar una conversación.
Si constantemente empleamos uno o varios de estos ingredientes es probable que la relación de pareja no dure mucho.
Estos ingredientes tienen 3 características comunes:
1. Tienen una "buena intención", la persona que los usa quiere solucionar o prevenir un problema, sin embargo, por cómo se expresa acaba generando más problemas.
2. Quien los usa está convencido de que tiene razón, por lo que insiste en su idea una y otra vez.
3. Al expresar esa "verdad absoluta" no permite al otro expresarse ni se pone "en sus zapatos". Desastre asegurado.
¿Qué ingredientes llevan una conversación al desastre?

¡Continúa leyendo para profundizar!
1. Puntualizar:
Explicar al otro como son o deberían hacerse/ser las cosas.
"Deberías tender la ropa así"
Provoca en el otro irritación y hace desaparecer el deseo de realizar la tarea "correctamente". Surge le deseo de huir y pelear. "La próxima vez tenderé la ropa como a mí me dé la gana".
2. Recriminar:
Juzgar las acciones del otro, le echamos la culpa al otro.
"Si hubieras comprados los billetes de avión a tiempo ahora no serían tan caros".
Generan sensación de estar siendo atacado, y más que sentir culpa el acusado siente rabia y tiende a contraatacar defendiéndose o largarse de ahí.
3. Echar en cara:
Básicamente cuando se sacan los trapos sucios buscamos que la otra persona corrija estos comportamientos, sin embargo no generan culpa ni ganas de mejorar en el otro.
"Dijiste que preparías la comida y no lo has hecho, no me cuidas nada".
Echar en cara las cosas provoca rabia, el acusado se convierte en verdugo y el que echa en cara en víctima, el "verdugo" se enfada y al intentar el defenderse los roles se exacerban. La víctima es más víctima (está siendo atacada) y el verdugo más verdugo (la víctima obtiene motivos para justificarse). Una vez más genera rechazo y ganas de bronca. Una espiral ascendente de la que víctima y verdugo tendrán dificultades para salir.
4. Sermonear:
La conversación pasa a tratar sobre lo correcto, lo moral o inmoral. Juzga.
Aburre al otro y le provoca ganas de rebelarse contra lo correcto y moral. Como cuando le prohíbes a hacer algo a un adolescente e inmediatamente siente el deseo irrefrenable de transgredir la norma.
5. "¡Te lo dije!"
No hay mucho que explicar, todos sabemos lo que se siente....
Provoca irritación, provocación y sentimientos de inferioridad. Y cuando más cercana es la persona que lo dice más irritante es escucharlo, el otro te degrada diciéndote que es más listo que tú ya que sabía con antelación lo que ocurriría y no le hiciste caso.
Lo que ocurre entonces es que el enfado que normalmente tiene la persona contra si misma por haberse equivocado encuentra una nueva diana en aquel que le dice "¡Te lo dije!" "Yo ya lo sabía..." o " No me quisiste hacer caso, ¿ves?".
6. "Lo hago sólo por ti"
Se usa para dar a entender al otro que se ha hecho un sacrificio enorme por esa persona. Así el que se ha sacrificado busca reconocimiento y gratificación.
Pero lo que genera en el otro es la sensación de estar en deuda por algo que no ha pedido. Sin embargo no se siente dispuesto a compensar esa deuda.
Si quieres hacer algo por tu pareja hazlo, pero no vayas luego recordándole todo lo que has hecho. Cuando una relación se basa en los puntos que tiene cada uno por logros y fracasos la comunicación tóxica se encargará de generar aún más drama.
7. "Deja, ya lo hago yo"
Disfrazado de amabilidad esta frase sólo comunica una cosa "Déjame a mi porque tu eres incapaz de hacer", básicamente estás llamando al otro inútil y haciéndole sentir como tal, cuando lo que buscas es que el otro se sienta ayudado y agradecido.
8. Reprobar:
"Lo has hecho bien, pero podría estar mejor".
Dice "no eres suficiente, nunca llegas al nivel esperado". Desesperaría hasta a la más pacifica de las parejas.
* Y en mi opinión No Interrumpas, deja al otro expresarse, se paciente, deja espacio para su punto de vista.
En resumen cuando nos comunicamos cuenta más el COMO lo comunicamos que el QUE comunicamos, por lo tanto hay que conocer que maneras de comunicación llevan al fracaso para poder evitarlas, y luego aprender las formas de comunicación que llevan al éxito y al acuerdo.
Os reto a fijaros en que ingredientes destructivos de comunicación usáis en el día a día.
Una vez que los identifiquéis os será mucho más fácil eliminarlos y cambiarlos por otros más eficaces.
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